Quizás una de las experiencias más universales, que descubrimos en todos los pueblos y culturas, es la manera en que cantar se convierte en posibilidad de expresar emociones: alegría, tristeza, cansancio, celos, soledad, pasión, fe, preguntas, miedo, historias… Todo cabe en las canciones.
Y cantar con otros es establecer vínculos. Es aparcar, por un lado, todo lo que nos diferencia, para compartir música, armonía, y el deseo de crear algo juntos. Hoy, cuanto tanta gente vive muy sola, la música une. Y disfrutar cantando es otra forma de generar vínculos y hacer comunidad