El 27 de febrero tuvimos nuestro segundo «Acoro». Va llegando más gente y es una gozada ver que, sin apenas conocerse, la música ayuda a generar cierta sensación de comunidad, a disfrutar con otros y a compartir un tiempo gratuito. El «Aleluya» lo mejoramos un poco respecto a la primera vez, y nos lanzamos también con «Vivir», de Rozalén y Estopa, que resultó muy animada y nos puso poco menos que a bailar cantando. Gracias a todos